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¿EL ESTRÉS EN LA SALUD BUCAL?
El
estrés
podría
definirse
como
un
conjunto
de
reacciones
fisiológicas
que
se
desencadenan
cuando
una
persona
está
sometida
a
un
estado
de
tensión
nerviosa.
Es,
por
lo
tanto,
una
respuesta
del
cuerpo
que
se
pone
en
marcha
cuando
alguien percibe una situación o un acontecimiento como amenazante.
Ante
un
estresor,
se
produce
una
respuesta
fisiológica
que
pasa
por
la
activación
del
eje
hipofisosuprarrenal
y
del
sistema
nervioso
vegetativo.
El
primero
libera
cortisol
y
andrógenos
que
pasan
a
sangre.
El
segundo
provoca
una
activación
simpática
que
secreta
catecolaminas
(adrenalina
y
noradrenalina),
hormonas
encargadas
de
poner
el
cuerpo
en
estado
de
alerta
(dilatan
las
pupilas,
abren
las
vías
respiratorias,
aumentan
la
frecuencia
cardíaca,
movilizan
el
paso
de
glucosa
y
lípidos al torrente circulatorio, etc.).
El
estrés,
de
entrada,
no
tiene
que
ser
algo
malo.
Hay
un
estrés
positivo
o
agudo,
que
nos
permite
movilizarnos
para
evitar
un
peligro
—por
ejemplo,
si
alguien
cruza
un
semáforo
en
rojo
y
se
da
cuenta,
cuando
está
a
mitad
del
camino,
que
viene
un
coche
a
gran
velocidad,
es
normal
que
su
organismo
genere
una
respuesta
de
estrés
que
le
permita
salir
corriendo
para
que
el
vehículo
no
le
atropelle—,
y
que
se
resuelve
cuando
el
estresor
pasa,
y
un
estrés
negativo
o
crónico,
prolongado
en
el
tiempo, que causa daño físico y psíquico —sería, por ejemplo, el que se presenta en el síndrome del trabajador quemado.
El
estrés
crónico,
a
menudo
infradiagnosticado,
puede
llevar
a
sufrir
enfermedades
graves,
como
problemas
cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e incluso cánceres.
En
la
cavidad
oral,
el
estrés
crónico
se
ha
relacionado
con
el
bruxismo,
con
la
disfunción
temporomandibular,
con
la
enfermedad periodontal, con la estomatitis aftosa recurrente, con el herpes labial recurrente y con la xerostomía.
La
relajación,
la
meditación,
el
ejercicio
físico,
el
sentido
del
humor,
las
relaciones
personales
positivas
y
el
tomarse
las
cosas con más calma son estrategias fundamentales para el manejo del estrés.